domingo, 29 de noviembre de 2015

UGT y CCOO PONEN EN PELIGRO DE EXTINCIÓN LOS CONVENIOS SECTORIALES NAVARROS


Nuevo capítulo de la cruzada contra la negociación colectiva en Navarra, ahora a cuenta de la firma del primer convenio estatal de Restauración Colectiva (empresas dedicadas a servir comidas en comedores escolares, empresas, centros públicos...). Más de 2.000 personas se verán afectadas en Navarra, en un sector principalmente femenino, y donde la contratación a tiempo parcial es la norma.



Los responsables navarros de UGT y CCOO, firmantes de este convenio, se han apresurado a justificarse. Nos dicen que las condiciones de trabajo “se mantendrán”, algo que todavía está por ver. Pero lo que es indiscutible es que estos sindicatos quieren que la decisión sobre las condiciones laborales esté en Madrid y no aquí. Y la experiencia nos dice que cuanto más lejos de los y las trabajadoras se negocie, peores resultados. No es casualidad que la patronal esté dando palmas con las orejas. La de aquí también.



¿Y las trabajadoras del sector qué dicen? Que a ellas nadie les ha preguntado. ELA propuso a UGT, CCOO y LAB el impulsar un convenio navarro de colectividades, como fórmula para frenar la invasión estatal. La respuesta de UGT y CCOO a estas propuesta ha quedado en evidencia con la firma del convenio estatal.



No nos engañemos. Son los mismos y sus decisiones las toman en Madrid, aunque vivan del presupuesto de Navarra, como ha quedado demostrado en las últimas fechas. De esto debería tomar buena nota el actual Gobierno de Navarra.



Decía que éste es un nuevo capítulo de un proceso que de continuar en esta línea va a dejar una foto lamentable de la negociación colectiva en Navarra, al menos en lo que al sector servicios se refiere.



Se han reservado materias para su exclusiva negociación en los convenios estatales, algunas tan importantes como la subrogación del convenio de limpiezas. Han impuesto convenios estatales donde antes se aplicaban provinciales (comercio de droguerías y perfumerías, por ejemplo), al tiempo que impulsan nuevos convenios estatales que ahora no existían para su aplicación en sectores que tienen convenio de Navarra (al mencionado de colectividades se unen otros como el de Oficinas y Despachos).



Suma y sigue. A principios de año se firmó el acuerdo marco de hostelería que impide abrir nuevas negociaciones que no autoricen Patronal, UGT y CCOO. La opinión de los trabajadores al respecto ya se ve que no interesa. Ahora se está negociando el Acuerdo Marco de Comercio (AMAC). El objetivo: dar prioridad aplicativa a la negociación estatal frente a la provincial.


A esto se unirá sin duda la aparición de nuevos convenios estatales. Ya se habla de impulsar un convenio estatal de supermercados, mientras el de Navarra lleva 11 meses paralizado. También es conocido que las grandes empresas del comercio textil se han asociado en una patronal, paso previo a la negociación de un convenio.



ELA está poniendo encima de la mesa fórmulas legales que frenen la invasión de la negociación estatal, algo perfectamente posible. Se han propuesto en todas las mesas de negociación actualmente abiertas. Y la respuesta siempre es negativa por parte tanto de UGT y CCOO como de la patronal, que mantienen una férrea alianza en este sentido.


Cabe señalar que es la misma patronal que también vive del presupuesto público, es decir, gracias a los impuestos que pagamos principalmente los y las 'curritas' navarras. Como para reírse y no parar, si no fuese porque la cosa no tiene ninguna gracia.



En conclusión, a quienes se les llenaba la boca y se erigieron en los defensores de la negociación sectorial de Navarra son los mismos que están colaborando con su extinción. Como si Juan Carlos de Borbón ahora fuese la imagen de una campaña en favor de la conservación de los elefantes.



Conozco la reacción que estas líneas van a tener, y por ello me adelanto. Efectivamente, ELA firma pocos convenios sectoriales en Navarra, por dos razones principales: porque muchos están desapareciendo por un lado, y por otro, porque la patronal siempre encuentra quien se los firma más baratos. Firmar convenios es fácil. Lo que es difícil es conseguir contenidos que mejoren sustancialmente las condiciones de trabajo y que permitan recuperar el peso que los salarios han perdido los últimos años en relación a la riqueza que se genera. Este es el objetivo de ELA. Para lo otro solo se necesita un boli.



Negociar en el Estado y en Navarra es incompatible. Cada cual es libre de optar por la estrategia que le parezca más oportuna y de defender los intereses que crea más conveniente. Pero desde ELA tenemos claro que negociar en Madrid no es defender los intereses de los y las trabajadoras de Navarra.
 
 
 

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